Por Edu. K. Dorás
Hace unas semanas atrás se publicó un librito, para ser leído por estudiantes primarios y secundarios, con un título filo gastronómico en referencia al acto de “comer” y que además sostiene que la “tierra” puede llegar a ser deliciosa, ¿ si le agregamos una pisca de sal ?. La curiosidad nos hace preguntarnos si los que se animen a comerla cagarán ladrillos para bajar los costos en la construcción. Así mismo, los misterios que encierra el significado de tamaño título se nos escapa y no podemos hacer otra cosa que alegrarnos por eso. Ayer nos enteramos de que los padres de los alumnos afectados por la infeliz lectura de este material, ¿ como calificarlo ?, engendro literario, retaron a Kichi ( gobernador bonaerense y atleta olímpico de Salto en Alto), a su inefable ministro de educación Alberto Sileoni ( que nunca habla y cuando lo hace nos hace desear de corazón ser sordos ) y a la autora Dolores Reyes a comer un potaje preparado en una olla muy grande que llenaron de agua, le agregaron una caja entera de calditos Knorr bajo en sodio, algo de sal y un toque de pimienta. El ingrediente principal de la preparación fueron 20 libros de la referida autora finamente picados a cuchillo. Todo fue cocinado durante dos días enteros hasta que el cartón de las tapas y las páginas se transformaron en una pasta asquerosa o deliciosa para, según quién la ingiera.
El Kichi, su ministro, y la autora del mencionado libraco, indignados por semejante falta de respeto a la autoridad provincial, en un primer momento pensaron en rechazar el reto de los padres pero asesorados por la sutil Cristina accedieron a probar el potaje.
Información de último momento dan cuenta de que después de comer un plato del preparado casi vegano los tres sufrieron una intensa diarrea, vómitos incontrolables, y todo esto sumado al hecho de que quedaron bizcos de por vida. Altas fuentes del gobierno de la provincia informaron que los tres fueron internados en la clínica más cara de la ciudad de Buenos Aires. El parte médico, al que pudimos acceder coimeando a los doctores, afirma que el cuadro médico de los tres pacientes es grave, con riesgo de vida pero, agrega además, que son muy optimistas y piensan que todos sobrevivirán pero quedarán con un daño neuronal de por vida.