La rapiña periodística nos demuestra que un alud de anecdóticos idilios entre machos cabríos condimenta el pasado de reyes, príncipes y mendigos del fútbol.
Chismografía o historia no oficial, quién sabe. Lo dicho, dicho está y ya nadie puede discriminar entre la realidad y el mito. “El fútbol es el lugar ideal para la homosexualidad”, dijo el dramaturgo Norman Briski en una entrevista del diario Olé. La frase generó tanta polémica que a las semanas siguientes varios técnicos y jugadores salieron a aclarar su elección por el sexo opuesto. “Los vestuarios tendrían que ser mixtos”, llegaron a proponer personajes como el Bambino Veira y Cristiano Ronaldo. ¡Tranquilos, muchachos! Si los que leen esta nota son futboleros comidas no hagan caso a las mentalidades prehistóricas. Griten bien fuerte: ¡Soy putooooo!, como aconsejaba el gran Fernando Peña y a dejar de poner puntos sobre las “i” que a veces aclarar, oscurece. Sino pregúntenle a Diego Armando Maradona y a Edson Arantes Do Nascimiento, mundialmente conocidos como Maradona y Pelé.
¿Diego y Pelé siempre pelearon o Pelé y Diego siempre la pelaron?
¿La copa del 86, la camiseta de Boca y las boquitas de Claudia Villafañe, Verónica Ojeda y Rocío Oliva fueron las únicas que sintieron los besos del Diego? ¡No, señora!, porque el astro argentino tiene varios picos con muchachos en su haber. Así, son conocidos los chupetones dados a Coppola, Omar Suárez (dueño del cabarulo Cocodrilo), Tinelli, Carlitos Tévez y el actor irlandés Colin Farrel (interpretó al conquistador griego Alejandro Magno). Sin embargo, nada iguala “el beso del alma” que Diego se dio con Claudio Paul Cannigia aquel glorioso 14 de julio de 1996 donde Boca goleó 4 a 1 al “millo” de Ramón Díaz. Fue tanta la emoción por el primer golazo de cabeza de Bausaldo, gracias al pase Cannigia, que el 10 no pudo aguantar su amor por el pájaro y se lo chapó de una.
Pelé debutó con un pibe fue la punzante frase que Diego dijera hace algunos años en una entrevista periodística para responder las críticas que Edson Arantes hacía sobre su persona. Éste tildaba de mal ejemplo a Pelusa por su adicción a las drogas y por eso el astro argentino destapó la olla, la caja de Pandora y hasta sacó al conejito rosa del sombrero al recordar el velado suceso del delantero brasilero. Diego se basaba en una entrevista publicada por la revista Play Boy en agosto de 1981. “A los 15 o 16 años llegué a tener relaciones homosexuales. Mi iniciación fue con un gay con el que el equipo entero tuvo relaciones”, decía Pelé en un párrafo de la charla. “La tenés adentro” debe haber pensado Dieguito y entonces no dejó de echárselo en cara cada vez que el ex jugador del Santos lo ofendía. Sin embargo Pelé no decía nada y como dice el refrán: “el que calla otorga”. Tuvieron que pasar 30 años para que se reivindicara cuando en el 2011 con 71 pirulos manifestó a la prensa que sus declaraciones fueron tergiversadas por la revista Playboy. “En aquella época nunca dije que tuve sexo con ese maricón que había en el equipo. Dije que el resto del equipo sí, pero publicaron mal. No tengo problemas con eso y si lo hubiera hecho lo habría dicho, se hacen tantas cosas locas cuando uno es un muchacho…”, comentó Pelé.
¿Qué dice la ciencia?
A raíz de esto EL GUETO consultó fuentes profesionales y a expertos de la Universidad de San Cayetano, quienes estudiaron futbolísticamente a estos héroes de la pelota. Al respecto el Doctor en Psicología futbolística Julio Molina, director del proyecto de investigación contó:
“Investigamos un corpus de 1000 jugadas históricas y hemos llegado a la conclusión de que ambos astros desplegaron técnicas propias e incomparables. Sin embargo, hay una sola jugada en la que siempre se asemejaron: los dos le pegaron al travesaño más de una vez”.